Sosegada y apacible, Menorca, es conocida como la isla de la calma. Al pisarla por primera vez, cualquiera puede percibir esa atmósfera de tranquilidad y ser sucumbido por su encantos, donde los sentidos se abren a una tierra de contrastes y color, bañada por unas aguas transparentes. Adentrarse en la isla, descubrir sus tesoros y, dejarse absorber por su magia resulta tarea fácil para turístas y habitantes.
Aunque su principal atractivo para el visitante sean sus calas y playas también resulta muy atractiva por su naturaleza.
Declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, Menorca posee una gran riqueza ecológica y paisajística.
Destino muy apropiado para disfrutar de actividades deportivas, disfrutando del turismo activo haciendo senderismo por sus innumerables caminos, haciendo rutas en bicicleta, jugando al golf o al pádel, dando un paseo a caballo por el litoral, realizando rutas por las calas, o practicando deportes acuáticos como windsurf, vela, piragüismo o buceo, para contemplar el maravilloso fondo marino de la isla.
Las opciones de ocio, especialmente en temporada turística, que ofrece Menorca son múltiples: desde recorrer las calles de sus pueblos, disfrutar de conciertos nocturnos al aire libre, o pasear por los mercados artesanales, pasando por disfrutar de su gastronomía, marcada por la tradición mediterránea, pero adaptada a las últimas tendencias. Los productos típicos de la isla son el queso con Denominación de Origen Menorca, los embutidos y, como no, la Caldereta de langosta, entre otros muchos.
Otro de sus atractivos es el patrimonio arqueológico y cultural. Descubrirá interesantes conjuntos monumentales como el casco histórico de Ciutadella, restos prehistóricos como la Naveta des Tudons, diversidad de yacimientos, o incluso pequeños pueblos pesqueros que aún conservan las antiguas tradiciones. Alquilar un coche es una manera cómoda de conocer la isla, ya que la distancia máxima entre los dos puntos no supera los 47 kilometros.
La tradición cultural de Menorca se deja ver en sus celebraciones populares, fiestas de caballos, tan propia y tan sentida que empieza en junio con las conocidas fiestas de Sant Joan y sigue en cada uno de sus pueblos y ubanizaciones, siendo quizas la última a mediados de Septiembre.
Por último y, no por ello, menos importante son los 7 faros distribuidos en la costa de la isla. Las puestas de sol, especialmente, en el Faro de Cavalleria, ofrecen un momento único que recomendamos.
Son estos faros los que nos han inspirando en la creación y nombre de la empresa, ellos forman parte nuestras vidas y son la esencia de nuestra querida isla. Les esperamos.